Irrestricta libertad y apertura en los medios de comunicación masiva son dos condiciones necesarias de una democracia funcional y sana. La democracia mexicana tiene dos quistes malignos que deben ser removidos si esta quiere desarrollarse fuerte y vigorosa. Las dos únicas cadenas televisivas y sus medios satélite se han convertido en un lastre enorme para la nave de la democracia en México.
El diagnóstico del movimiento #YoSoy132 expresado a través de sus consignas callejeras no puede ser más acertado “El pueblo informado, jamás manipulado”. La tesis es simple, el cuello de botella informativo que existe en México debe ser aniquilado. En estos días próximos los estudiantes de diversas universidades, públicas y privadas deliberan cuales serán sus propuestas y demandas con respecto a este tema.
Se ha hablado vagamente de ciertas medidas, unas inmediatas y otras de mediano plazo y de consecuencias poco claras para el avance de esta agenda social y política de la más alta legitimidad. Se ha propuesto la creación de una comisión de los derechos del televidente y de exigir que las cadenas televisivas transmitan el debate presidencial del 10 de junio en cadena nacional.
Pero... ¿Que es o que busca #YoSoy132?